Mientras descendemos por la vegetación subtropical, pasamos por el pueblo de Choro, donde almorzamos en la casa de Doña Modesta. La vida en el valle es sencilla y apacible, la gente cultiva la tierra y vive de lo que le rodea.
Al final del día llegaremos al pueblo de San Francisco, donde nos recibirá una familia del valle. Esta noche será la última con nuestros compañeros de viaje. Mañana, las mulas y los arrieros, con los que formamos nuestra propia comunidad tolkieniana, saldrán a sus montañas, a su altiplano andino.